miércoles, 1 de enero de 2020

LA MONJA QUE JAMAS FUE MILICIANA Y LOS MILICIANOS ROJOS CON CORAZÓN EN MALAGA





LA MONJA MILICIANA ROJA
Para salvar del holocausto a sus Hermanos de FE
MALAGA


¡Cuando las mentiras son bellas, debiera prohibirse ahondar en ellas para descubrirlas. Debieran admitirse sin más ni más!.


ABC DE SEVILLA 21-2-1937
Gil Gomez Bajuelo

Me lo contaron el mismo día que pisé Málaga. Una monja se había hecho miliciana roja y había salvado la vida de numerosos religiosos. Pero en seguida me lo negaron rotundamente y dejé al margen la fantasía. Luego vi anunciado en los periodos  gentes que les habían sacado los ojos, y pensé que es difícil superar el arte de Julio Verne. Pero la hazaña de SOR PILAR volvió a correr por los mentideros y ya en boca de personas respetables. Y decidí verla. Pero para que me contara su magnifico ardid, no para que la bella historia se deshiciera en las manos como una pompa de jabón.

Acerté el día, Tan magnifico, tan azul, que de haber visto un sombrero de ala ancha o un clavel en la solapa hubiera creído que por la tarde iba a ser testigo de una corrida abrileña en el Baratillo.

Atravesé la caleta, llena de hoteles calcinados en nombre de la cultura y civilización. Y a conciencia  me perdí en esa deliciosa del limonar , que algún principie Árabe descubrió para regalo de sus favorita.

Entre bellas palmeras, limoneros, granados y magnolios suben los chalets policromados hacia el monte. Por las balaustradas se desbordan las rosas y la purpura del bogambilio. Y enfrente siempre el mas, azul, suave, como un gran cristal esmerilado.

En seguida me encuentro en el recibidor del convento de las carmelitas. Y por Sor Asunción la Madre Superiora, me dice sonriendo:
- No hijo ninguna hermana se hizo miliciana.
-¿ Que ocurrió entonces Madre?
- Ocurrio que desde el día 19 de julio, primer domingo de la revolución, vinieron al convento algunos religiosos y los escondimos, entre ellos uno del seminario y un Padre Paúl.
-Pero a ustedes,  ¿no las echaron de aquí?
- No, porque teníamos 120 niñas pobres, las que manteniamos sin subvención de ninguna clase y acogíamos sin recomendaciones.
- Les obligarían a quitarse los hábitos...
- Tampoco.
- Entonces como fue lo de Sor Pilar?
-Nos enteramos que había en la cárcel numerosos Padres del Seminario. Y yo  pensé que podíamos sacarlos acudiendo al tribunal Popular

para ello nos fue de un gran auxiliar un antiguo acólito del convento,llamado RAFAEL CUELLAR, que es hijo de un carabinero y tienen un hermano también carabinero. Todos los días vestida de seglar, iba una religiosa vestida de seglar a gestionar el rescate. Pero cada día iba una distinta. Teniamos que ir a al Gobierno Civil, al Comité de Investigaciones y al Tribunal Popular, el documento para sacar a los presos de la cárcel tenía que llevar esos tres sellos.Y cuando íbamos a la cárcel nos acompañaba el antiguo acolito, a quien le arreglamos un sombrero de palma con una cinta rojinegra de la F.A.I ¡NO FALLABA EL SOMBRERO!
- Y ante el tribunal popular, ¿qué alegaban ustedes?
- Pues que eran familiares nuestros, hermanos, y que vivíamos de lo que ellos ganaban. Nos preguntaban: ¿Qué profesión tiene? Y al decirles que curas, pero que no habían cometido ningún delito, nos decían: ¿LES PARECE POCO DELITO SER CURA?
- No sospecharon nunca que erais religiosas?
- Cuando yo fui hubo uno que dijo: "Esta es monja".
- Y qué pasó?
- Nada, Se quedo así por la mano de Dios o por el corazón del Miliciano, siembre había en el tribunal alguno que era bueno. Por cierto que nos decían: "Dense prisa y saquen los que puedan." Y a veces desde la cárcel nos avisaban por teléfono.
- Cuantas religiosas intervinisteis en las gestiones?
- Veinte del convento y dos capuchinas que estaban con nosotras.
- ¿Ya cuantos sacerdotes salvaron la vida?
- De la cárcel salvamos trece. Y por el mismo  procedimiento sacamos del barco prisión a Don Rodrigo Bocanegra, párroco de un pueblo de la provincia de Sevilla.
- ¿Con que fundamento se ha dicho entonces que sor Pilar se hizo Miliciana?
- Porque el día que le tocó salir a ella se puso un correaje del hermano del acólito para ir mas caracterizada

( por la puerta entreabierta, del recibidor, veo una monja joven que sonríe. Debe ser sor Pilar.)

-¿Todas las gestiones vuestras tuvieron éxito?
-Desgraciadamente, NO. Después de conseguidas las tres firmas, el gobernador ordeno sacar de la cárcel a un Padre y tres hijos, de Motril y fueron asesinados.
- ¿Cuando comenzaron las gestiones?
- El 14 de septiembre. El primero que salio de la cárcel fue D. José Soto, director espiritual del seminario. Los otros salieron de septiembre a octubre. Y cuando los sacábamos de la cárcel los teniamos que esconder.
- ¿Hubo muchos registros?
- MUCHOS. Venían las patrullas de la FAI diciendo que se iban a llevar a la superiora por encubridora de sacerdotes.

Un día vinieron y sorprendieron a uno de los sacerdotes diciendo misa. Se dirigieron a él y le encañonaron con las pistolas. Yo les dije hagan el favor de esperar a que termina la misa y después hagan lo que quieran. Y me obedecieron. Y se marcharon antes que la misa terminase y dijeron a los que en la calle esperaban: "No hemos encontrado ni curas, ni armas"
- No fueron tan malos, Madre.....
- NO; los que se portaron peor fueron los del socorro rojo. Asesinaron al dueño de un chalet  que está aquí próximo, se apoderaron del edificio y se llevaron a los niños que teníamos . Nosotros nos quedamos quince días más, que aprovechamos para tabicar las imágenes y objetos religiosos. Y al irnos pusieron aquí un Hospital. Las niñas al principio lloraban. Luego se fueron acostumbrando  a la vida que tenían en el chalet. Una de las niñas denuncio que habíamos escondido a curas y tabicado los santos.
- Y ¡que ocurrió?
- Que vinieron furiosos con las pistolas en las manos. Pero intervinieron unos policías y acordaron dejarnos para la segunda vuelta.
- Y las niñas ¿donde están?
- Se las llevaron a Néjar. Allí pidieron que se fusilara a uno que había querido abusar de una de las mayores.

Y nada más. Sor asunción tuvo la bondad de presentarme luego a las religiosas del Convento y yo me dirigí a una diciéndole:
- Enhorabuena Sor Pilar.
-¡Ah! ¿me conoce Usted?
- Desde que llegue a Marbella.
Y las buenas hermanas se reían de todo corazón.

GIL GOMEZ BAJUELO
ABC Sevilla 21-2-1937






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