sábado, 29 de diciembre de 2018

¡QUE VIENEN LOS TANQUES RUSOS!





¡EL PEOR ENEMIGO DE LOS REQUETES!

¡QUE VIENEN LOS TANQUES RUSOS!

EL FAMOSO T-26 y T-26b 
¡El arma definitiva del ejercito de la República!


No pocas Unidades del Ejercito Nacional de soldados de reemplazo poco experimentados retrocedieron en desbandada  al ver a los imponentes CARROS RUSOS T-26 y T-26b, padre del famoso T-34 de la segunda Guerra Mundial. Lo que pasa es que estos soldados no se encontraban con los comisarios pistola en mano que les mataban si retrocedían como en el ejercito de Stalín.  


T-26 RUSO en el Frente del Ebro




Características

Peso: 10 toneladas aprox
Armamento: Cañón de 37 o 45 mm + 2 Ametralladoras de 7.62 mm (Uno de los calibres actuales usados por la OTAN).
Tripulación: 3 personas


El blindaje frontal no podía ser perforado por los blindados de Franco y a duras penas por las armas anticarro, así que se tenía que destruir con formas menos ortodoxas. Fue entonces cuando entró en juego en España el Cocktel Molotov. Aun así, había que acercarse mucho a ellos y se les tenía miedo.


A mediados de la guerra el General Franco ofrecía a los que capturasen uno 500 pesetas de entonces, así que imaginaros la desesperación!  Al final, la superioridad aérea del bando sublevado se encargó de cepillárselos uno a uno. 




A pesar de ello muchos de ellos llegaron intactos al final de la guerra y Franco los incorporó al ejército hasta bien entrados los años 50. 

Algunos autores cifran la cantidad de carros de combate Rudos llegados a España en 280-300 Tanques. Otros pensamos que fueron mas de 500. 

En la foto podéis observar cómo se les pintó una gran Bandera rojigualda Y UNA CRUZ DE SAN ANDRES para evitar el fuego amigo de la aviación y unidades anticarro.








Y en esta otra foto podéis observar cómo en otras unidades se pintó el aspa de borgoña (X) en la torreta y los costados  para evitar el fuego amigo de la aviación y unidades anticarro.

Cambien conviene recordar que muchos fueron neutralizados y otros muchos fueron abandonados en plena batalla pero otros se PASARON con tripulación incluida y en algún caso se dio el caso de Compañías Completas que pasaron a engrosar las filas del ejercito Nacional.

Visita al Frente de una Margarita de Frentes y Hospitales con una Tanque Ruso Capturado o pasado.










El requeté del Tercio de San Miguel
Miguel de Legarra y Belástegui

Nos cuenta en su libro "·DE LA CALLE PI Y MARGALL AL TERCIO DE SAN MIGUEL" (Recuerdos de un requeté). Ed. Actas.


El Tercio de San Miguel, integrada en la ya 5ª Disión de Navarra, se incorpora a la Batalla de Brunete..... Atención soldados. Tengo que deciros algo muy importante sobre lo que vamos a encontrar en este frente y cómo  habremos de enfrentarnos a la nueva situación. Venimos del Norte, donde la guerra ha sido distinta a la que vamos a tener aquí. Hemos combatido, en tierras Guipuzcuanas y Vizcainas, puede decirse infantería contra infantería, con cierto equilibrio en cuanto a la artillería y superioridad por nuestra parte en lo que a la aviación se refiere. Hemos tenido que vencer a una enemigo duro, tenaz y valeroso, pero nosotros pusimos mas coraje y FE en la victoria.


...Aquí en el Frente de Madrid, los Rojos dominan el aire, son superiores en numero de aeronaves, al menos de momento. También nos superan con abundante artillería rusa  de gran potencia a nuestros cañones aunque no por mucha diferencia. Luego están las brigadas Internacionales muy bien pertrechadas, SOBRE TODO DE ARMAS AUTOMÁTICAS, lo que les da una importante potencia de fuego, pero esto es lo menos preocupante para nosotros, para nuestra infantería pues somos muy capaces de vencerles.

Pero hay un factor que tendremos que superar, que es nuevo para nosotros, SON LOS TANQUES RUSOS, carros de combate pesados, bien artillados, que prestan un eficaz apoyo a su infantería. abriendo brecha y protegiendo el avance de sus soldados.

Son los TANQUES EL MAYOR OBSTÁCULO, al que no estamos acostumbrados, y serán la artillería y la aviación los que se encarguen de destruir el mayor numero posible, pero nos tocará a la infantería neutralizaros cuando nos encontremos de cara con ellos, lo cual será frecuente y tendremos que echar mano del ingenio, de mucha serenidad y del valor necesario. Hay un método que está dando resultados positivos y que habremos de poner en práctica; los Requetés Navarros y Vascos poseemos temple y ánimo sereno para aplicarlo con éxito. El sistema es sencillo, bastan una botella llena de gasolina y una bomba de mano, ESTAS SERÁN NUESTRA ARMAS ANTI-TANQUE con las que tenemos que actuar individualmente o por parejas, para lo cual hay que resguardarse en el terreno y esperar a que el tanque se aproxime  a una distancia prudencial, cuanto mas cerca mejor, y entonces arrojar la botella y, seguido, la bomba de mano, a poder ser contra las ruedas y las cadenas, que parecen la parte mas vulnerable porque llevan algunas piezas combustibles que provocan el incendio del Tanque. 


ESPERANDO EL MOMENTO




MUNICIONANDO UNA POSICIÓN AVANZADA



Por otra parte cada uno recibirá un peine de balas (cartuchos) anti.tanque, estás balas van forradas de acero con la dureza necesario para perforar planchas metálicas de varios milímetros de espesor  que suelen cubrir las partes mas débiles de los carros de combate.

Así que ya sabéis lo que tenemos aquí. Habéis demostrado en los campos de batalla del Norte  vuestro Alto Espíritu Militar.


¡REQUETES! ¡POR DIOS! ¡LA PATRIA! Y ¡EL REY! 
¡VIVA ESPAÑA!.







miércoles, 26 de diciembre de 2018

REQUETÉS: ¡LA GUERRA SIN ODIO!





REQUETÉS: SOLDADOS CARLISTAS.

 ¡PARA MUCHAS FAMILIAS LA CUARTA GUERRA CARLISTA (Los Catalanes), PARA OTROS LA TERCERA!.

¡LA GUERRA SIN ODIO!



JAVIER NAGORE YÁRNOZ: LUCHÁBAMOS SIN ODIO. Áltera (Barcelona), 2011, 408 páginas.






Requeté del Tercio RRC, Javi a la Izquierda con una Antena, el lugar es cerca de Ochandiano 





"TERCIO RADIO REQUETÉ DE CAMPAÑA"

LA PRIMERA GUERRA DE LAS COMUNICACIONES POR RADIO





http://www.requetes.com/radiorequete.html


FUENTE:

https://www.libertaddigital.com/opinion/libros/requetes-guerra-sin-odio-1276239143.html


Javier Nagore Yárnoz sirvió en una de esas unidades, Tercio Radio Requeté de Campaña, desde el principio de la contienda en Pamplona hasta la rendición de Madrid. Como operador, estuvo en la campaña del Norte, en Teruel, en la Batalla del Ebro y en la llegada de los nacionales al Mediterráneo y a Barcelona. Luchábamos sin odio es la memoria –a partir de sus diarios– de este joven requeté. Antes se tituló En la Primera de Navarra, pero era una edición difícil de encontrar. Áltera y el autor han tenido la feliz idea de reeditarla ahora. Con un magnífico prólogo del historiador Pascual Tamburri, que con su claridad habitual sitúa la obra en contexto.
En primera persona, entre las anécdotas –terribles y entrañables, tristes o alegres– propias de un diario de guerra, Nagore Yárnoz nos habla de la capacidad militar de los voluntarios carlistas –no sólo navarros, sino de toda España– para moverse y orientarse en terreno montañoso, desde Guipúzcoa hasta Asturias. Esto, unido a la determinación de los mandos militares -especialmente Rafael Valiño, huido de Zarauz y unido a Mola en Pamplona–, les permitió copar al enemigo, desarbolarlo y rendirlo con una rapidez que nadie podía prever.




 Al menos dos causas explican el éxito de estas unidades populares. La primera es de orden, digamos, material, tenía que ver con la extracción vital y social de los requetés: procedentes de pueblitos y pequeñas capitales de provincia, acostumbrados a los rigores de la vida en el campo, manejaban con soltura valores como la disciplina, el sacrificio, el deber, la resistencia, y tenían una acusada capacidad de improvisar y adecuarse a las circunstancias inesperadas. La segunda es sin duda espiritual. A diferencia de su contraparte republicana, la milicia del requeté no luchaba para resistir, sino para vencer; no tenía en su imaginario la destrucción de un orden, sino la salvaguarda del que conocía; lo suyo era el modesto servicio, no el sacrificio máximo en honor de grandiosos ideales revolucionarios.
Para los teóricos de la guerra, la espiritualidad es un factor determinante en el campo de batalla; y en este caso la fe religiosa y el optimismo respecto del más allá proporcionaron una ventaja moral inapelable a estos alzados. El materialismo, el ateísmo y la obsesión por "proscribir a Dios porque Dios recuerda el deber" –escribe el autor con amargura y tristeza ante las horribles profanaciones– tenían las de perder. Y perdieron. Las enormes bajas de los tercios de Montejurra y Lácar –hacia la mitad de la guerra, tras la campaña del Norte, habían absorbido a la mayoría de los demás– en la Batalla del Ebro no acabaron con el ímpetu de los voluntarios, que se confesaban y comulgaban antes de salir de la trinchera.

La idea de recuperación o restauración se plasma en el curioso fenómeno de la ausencia de odio que encontramos en el título, y que efectivamente se desprende de todos los testimonios recogidos. La figura del enemigo, bien teorizada por Carl Schmitt por esa época, alcanza en la concepción de los requetés su máxima expresión, pues para ellos la enemistad se reducía, a fin de cuentas, a la política. Nagore Yárnoz –como en otro estilo Rafael García Serrano– muestra el drama de una lucha que era de amigos contra amigos –de hermanos contra hermanos, recuerda Tamburri–, lo que permitió limitar su hostilidad al tiempo de guerra. En pocas ocasiones se vio en el siglo XX un manejo así del concepto de guerra justa –causa necesaria, limitación de daños, reconocimiento del otro, último recurso–. El libro de Nagore Yárnoz, sin más pretensiones que la de ofrecer un testimonio personal, resulta al cabo un magnífico tratado al respecto, que incluye el reconocimiento de las virtudes de no pocas unidades enemigas.
A esos dos factores se añade un tercero. Como afirma Tamburri en el prólogo, no era suficiente con la voluntad, la fe y la capacidad casi innata de los requetés: "Hacía falta un verdadero Ejército, y la España de Franco empezó a crearlo en torno a dos núcleos: las curtidas fuerzas africanas y los voluntarios del Norte". Así que de las columnas de éstos surgieron las primeras cuatro Brigadas de Navarra, que en el transcurso de la guerra cambiaron considerablemente de composición y adscripción. Al final se habían convertido en Divisiones de Navarra, aunque en algunas de ellas la presencia de requetés era ya testimonial o inexistente; no en la Primera, claro. El libro de Nagore es un ir y venir de grupos, agrupaciones, divisiones y cuerpos de ejército de lado a lado, lo que muestra la racionalidad máxima de los nacionales en la utilización de sus recursos humanos, además de una capacidad logística notable.
Y es que los tercios de julio de 1936 –las más de las veces voluntarios que marchaban al frente enarbolando el Cristo de su localidad– fueron convenientemente encuadrados en un ejército profesional dirigido por profesionales; otra clave del éxito, porque si bien en el campo contrario había más generales que en el sublevado –nos recuerda Tamburri–, fue en éste donde ni la política ni la ideología interfirieron en el normal desarrollo de las campañas.
En el libro se plasma otra característica más de estas unidades: la particular relación de los requetés con los mandos militares. Los primeros confiaban casi ciegamente en los segundos, y éstos cuidaron al máximo a las unidades de aquéllos, para las que no escatimaron elogios, homenajes y reconocimientos, que culminaron con la concesión a Navarra de la Cruz Laureada de San Fernando. No era para menos: los requetés, movilizados por decenas de miles, sufrieron un número de bajas superior al de las banderas de la Legión, con las que lucharon codo con codo en primera línea.
En fin: uno de los efectos no previstos de la Ley de Memoria Histórica ha sido la recuperación del interés por aspectos de la Guerra Civil maltratados, manipulados o ignorados por la historiografía oficial. El carácter eminentemente popular del bando nacional, al menos en el Norte, es quizá el mayor, por las implicaciones políticas actuales; esas que Pío Moa subraya con enorme acierto y que son la clave del asunto. En relación con las milicias populares en la guerra, el efecto boomerang de la memoria histórica alumbró el año pasado el libro Requetés, de las trincheras al olvido, monumental e imprescindible obra para entender el qué, el por qué y el para qué de esa media España levantada en armas. Luchábamos sin odio, testimonio más minucioso, complejo y pegado al terreno, vuelve a esos mismos valores por los que los requetés abandonaron sus labores en el campo para luchar tres años...y volver después a ellas, dejándose miles de muertos en los campos de batalla y contribuyendo decisivamente a la victoria de un bando sobre el otro.


martes, 25 de diciembre de 2018

"LA CÁMARA EN EL MACUTO" (REQUETES FOTOGRAFOS DEL FRENTE)





Prólogo de Stanley Payne

Más de 900 fotografías inéditas de la Guerra Civil Española


Cuando parecía ya casi todo dicho acerca del relato gráfico de la Guerra Civil Española, surge este libro que reúne más de 900 imágenes —en su mayoría inéditas— realizadas por siete voluntarios carlistas que, en su doble condición de fotógrafos aficionados y combatientes, recogieron a través del objetivo de sus cámaras una visión directa y honesta del conflicto.
Desde diferentes frentes de batalla, cada uno con su técnica y forma particular de hacer fotografía, Sebastián Taberna, Nicolás Ardanaz, José González de Heredia, Martín Gastañazatorre, Julio Guelbenzu, Germán Raguán y Lola Baleztena —margarita voluntaria— nos muestran de forma fidedigna y con una nitidez estremecedora una mirada diferente y profundamente humana de la contienda, abordada desde el punto de vista de los propios combatientes.
Fotografías extraordinarias que, junto a las historias que guardan, salen por primera vez a la luz tras ochenta años, acompañadas de fragmentos de cartas y diarios de guerra para descubrirnos una perspectiva íntima y genuina de la guerra obtenida desde sus mismas entrañas. Un testimonio esencial para aproximarse y abordarlas





























































































La Congregación de la Misión, o misioneros paúles ( DE SAN VICENTE DE PAUL)

  El fundador, Vicente de Paúl La Congregación de la Misión, o misioneros paúles San Vicente de Paúl no descubrió a los pobres ni en Follevi...