JOSE ANTONIO AGUIRRE LECUBE
LEHENDAKARI
Abogado y político vizcaíno, nacido en Bilbao el 6 de marzo de 1904. Fallecido en París el 22 de marzo de 1960
Pertenecía a una importante familia vizcaína que pronto implantaría en su industria avanzadas mejoras sociales. Cursa sus primeros estudios en el colegio de los PP. Jesuitas de Orduña y los prosigue en la Universidad de Deusto. Se establece como abogado en 1929. Formado en el ambiente católico y social que caracterizaba a su hogar y su empresa familiar, se inicia en la vida pública como presidente de las Juventudes Católicas de Vizcaya y luego como miembro del Consejo Supremo de la ACE y propulsor de inquietudes vasquistas y católico-sociales.
Nazis con chapela, la raza soñada por Hitler y el PNV
El PNV negoció con los nazis la independencia vasca
"Había cierta esperanza de que nos apoyaran frente a Franco" reconoce un exalcalde de San Sebastián.
representantes nacionalistas vascos y dirigentes nazis durante la Segunda Guerra mundial. El filme recoge el testimonio de testigos de la época, historiadores y documentos alemanes, según los cuales durante la ocupación de Francia, hubo un acercamiento de dirigentes de PNV con nazis para tratar de asegurarse de los alemanes una hipotética independencia de Euskadi. "Había que jugar a ganador por una vez" confirma los contactos el exalcalde de San Sebastián Ramón Labayen (PNV), que añade que "había cierta esperanza de que los alemanes nos apoyaran frente a Franco."
¡ESTO ME RECUERDA ALGO PARECIDO CON LOS ROMANOS!
¿O NO; VALIENTES VASCONES?
FUENTE: INTERNET
El PNV y los Nazis
El siguiente comunicado fue publicado por el Euskadi Buru Batzar tras la caída de Francia en manos Alemanas:
Por las relaciones que unen a Alemania y España creen los vascos que en general el triunfo de Alemania sería la consolidación del Régimen actual y por lo tanto de la desastrosa situación en que se encuentra en estos momentos el País Vasco.
Nosotros no compartimos esa opinión, porque creemos en el talento político del Führer, en su sagacidad, en su alto espíritu de comprensión esperamos que en el nuevo orden a establecer en Europa y particularmente en España, el problema vasco será tenido en cuenta:
1-Porque a Alemania le interesa la pacificación de España y no puede escapar a su recto sentido que no hay pacificación posible sin una solución favorable a los vascos.
2-Porque el problema vasco está íntimamente ligado al problema racial alemán y por lo tanto, es lógico y natural esperar que el Führer lo acoja y lo resuelva con la mayor simpatía.
3-Porque nos damos perfecta cuenta de que las simpatías de Alemania en España están en decadencia, y por lo tanto es de extrema importancia para el Führer recoger y captar nuevas simpatías si no quiere perder toda su influencia en España.
JOSÉ ANTONIO AGUIRRE
Las razones de este informe, el cual viene a poner de manifiesto que las altas cotas de indignidad que alcanzó el Partido Nacionalista Vasco con la traición de Santoña no son un caso aislado en la historia de dicha formación, debemos buscarlas en los contactos que habían venido manteniendo los separatistas vascos con personajes importantes del Tercer Reich desde 1940.
Tras la caída de Francia, Ribbentrop envía a este país a varios expertos en asuntos raciales como Karl Bouda y Werner Best, con la misión de estudiar la viabilidad de dividir el Estado Francés en varios estados más pequeños, atendiendo a criterios de diferenciación racial. Entre esos estados se encontraría la región de Vasconia, con la dificultad añadida de que la mayor parte del hipotético territorio de la misma no se hallaba en suelo francés, sino que formaba parte de la nación española. Esto no amilana a José Antonio Aguirre, presidente del gobierno autónomo vasco gracias a unas elecciones cuanto menos dudosas, quién desde su exilio en Bélgica ordena a destacados dirigentes del PNV que incrementen los contactos con los nazis.
Así, a partir del verano de 1940 tendrá lugar una serie de reuniones con los alemanes, en las que estarán presentes el presidente del Euskadi Buru Batzar, Doroteo Ciaurriz, y el hermano de Sabino Arana, Luis Arana. Como consecuencia de las mismas aparecerá el informe señalado con anterioridad y también otras manifestaciones de varios organismos nacionalistas. Por ejemplo, el sindicato ELA-STV dirá, refiriéndose al régimen de Hitler que “es un totalitarismo culto, frente al soviético, grosero y criminal. Euskadi y Alemania están condenadas a entenderse”. Eugenio Goyeneche (investido doctor Honoris Causa por la Universidad del País Vasco en 1982), miembro del PNV y amigo personal de Bouda y Best, llega incluso a redactar un proyecto de Estatuto para unificar la región de Vasconia e insertarla en la Europa nazi.
Debería sorprender que un partido que durante décadas no ha cesado de sacar a colación el bombardeo de Guernica, bombardeo de unas dimensiones mucho menores que las que se han llegado a afirmar, no tuviese ningún tipo de problemas en estrechar relaciones con el régimen nazi. Debería sorprender, pero lo cierto es que no sorprende, ya que esta formación es la misma que se había rendido en 1937 al fascismo italiano, dejando a merced de Franco a miles de soldados del Ejército del Norte republicano. Y, a pesar de todo, Aguirre no iba a parar ahí.
A finales de 1940 y después de pasar varios meses en Bélgica, donde le sorprendió el ataque alemán, el presidente del gobierno autónomo vasco decide emprender el viaje al territorio del Tercer Reich. Gracias a las gestiones del PNV, Aguirre obtiene un pasaporte falso emitido por Panamá que le permite viajar por Alemania. Durante los meses siguientes intentara conseguir de los alemanes lo que ya había pretendido de los italianos: un estatus especial para las provincias vascas bajo el paraguas protector de los nuevos amos de Europa. Con ese fin, intentará conseguir -sin éxito- entrevistas con Wilhelm Canaris y con Joachim von Ribbentrop.
El empeño de líder del PNV se verá frustrado por el hecho de que los alemanes están entonces más pendientes de la proyectada ofensiva contra la URSS que de los asuntos del oeste europeo. Además, el wolframio que les llegaba de España, indispensable para las industrias de guerra germanas, hacía que los jerarcas nazis fueran reacios a tomar partido por alguien como Aguirre, ya que el hacerlo sin duda habría desequilibrado en su contra sus relaciones con Franco.
De la estancia del mandatario del PNV en Alemania podemos destacar un par de entradas en su diario:
-21 de febrero de 1941
Hoy le toca el turno a la Alemania de Hitler. En el campo social se ha realizado una gran obra. Parece una copia de lo que hicieron y algún día harán mis compatriotas. Todavía es corta la obra al lado de lo que mis compatriotas tenían y tienen preparado: casa, salario familiar, etc. Cómo se equivocan los que juzgan la obra de Hitler.
-27 de marzo de 1941
… he visto pasar al ministro de exteriores japonés Matsuoka, precedido y seguido de gran acompañamiento. Iba con el el general Oshima. He llegado hasta la cancillería donde un numeroso público esperaba la salida de Hitler y el ministro japonés después de su entrevista. Ha durado dos horas y media. He esperado, firme en pie, con intenso frió el momento. Salen al fin Hitler, Ribbentrop y Oshima. Yo estaba a 50 metros. Tenía en mi mano unas banderolas nazis y japonesas que nos han repartido gentilmente unos miembros de las SS. He disfrutado mucho.
Bandera de un batallón del Ejército vasco, establecido en el cuartel Salaberri de Barakaldo en 1936. La esvástica figura en otras banderas del nacionalismo vasco de la década de 1930.
Para concluir, hagamos una breve referencia a la ultima hazaña protagonizada por el presidente del Partido Nacionalista Vasco antes de abandonar Europa. En julio, José Antonio Aguirre parte desde el puerto de Göteborg (Suecia) rumbo a América junto a su esposa y sus dos hijos. Los pasaportes necesarios para el viaje se los había robado anteriormente a dos parejas de judíos. La justificación que él mismo esgrime es la siguiente: “yo era más desgraciado que ellos”.
Fuente Principal: Los mitos del nacionalismo vasco, José Díaz Herrera
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El PNV buscó un pacto con los nazis
“Nosotros creemos en el talento político del Führer, en su sagacidad, en su alto espíritu de compresión y esperamos que en el nuevo orden a establecer en Europa y particularmente en España, el problema vasco habrá de ser tenido en cuenta”. Esto es parte de un informe enviado por el Euzkadi Buru Batzar del PNV a varios interlocutores nazis en la Francia ocupada por Hitler.
Esto es lo que se apunta en un excelente artículo publicado por Diario Liberal. En él explica los contactos mantenidos por un grupo de dirigentes del PNV exiliados en Francia con varios dirigentes nazis, encabezados por el oficial de las SS hitlerianas Alfred Toepfer, para proponerles un pacto de colaboración entre los jeltzales vascos y los nacional-socialistas alemanes.
El PNV apeló al “problema racial” para ganarse a Hitler
En el marco de estos contactos, la dirección del PNV hizo llegar a los dirigentes nazis el documento cuya entradilla abre estas líneas, y que entre otras cosas transmite a los ocupantes de Francia que “a Alemania le interesa la pacificación de España y no puede escapar a su recto sentido que no hay pacificación posible sin una solución favorable a los vascos. Nacionalistas vascos, se entiende.”
Sin andarse con rodeos, el Euzkadi Buru Batzar utilizó el reclamo racial -muy presente en los textos del fundador del PNV, Sabino Arana- para intentar ganarse el favor de Hitler: “el problema vasco está íntimamente ligado al problema racial alemán y por lo tanto es lógico y natural esperar que el Führer lo acoja y lo resuelva con la mayor simpatía”, señaló la dirección del PNV en ese documento.
Un Estatuto para un estado vasco en la Europa de los nazis
El Boletín del Consejo Nacional Vasco, editado en Londres el 27 de noviembre de 1941, planteaba la creación de un “estado vasco” amigo de Alemania a ambos lados de los Pirineos, y señalaba, además, que José Antonio Aguirre, presidente del Gobierno vasco en el exilio, “se encuentra retenido en un castillo cerca de Berlín, gozando, al parecer, de un tratamiento privilegiado”.
Los contactos entre los jeltzales y los nazis buscaron, de hecho, materializar esa aspiración del PNV. El director del periódico nacionalista Euzko-Deya, Eugène Goyheneche, contactó con un oficial de las SS, el criminal de guerra Werner Brest, a quien envió nada menos que un proyecto de Estatuto para un País Vasco independiente en el marco de la Europa dominada por los nazis.
En el preámbulo de ese proyecto, Goyneche señalaba: “¿Por qué los vascos debíamos entrar como vencidos en una posible Europa nazi?” Advertía que “había sectores alemanes que nos miraban con simpatía, pudiendo obtener un trato de favor”, y se preguntaba: “¿Por qué habíamos de despreciar estos ofrecimientos?”
El nazismo dio esperanzas al nacionalismo vasco
Goyneche fue juzgado como colaboracionista al terminar la contienda. Tras la sentencia, hizo un alegato victimista según el cual “había sido condenado por el mero hecho de ser vasco”, y acabó por afirmar que los nazis “eran los únicos que hubieran asegurado, de verdad, una Euzkadi unida y soberana”.
No era el único que lo pensaba. Otro destacado miembro del PNV, Mario Salegui, que decidió unirse a los nazis, escribió a sus correligionarios una carta en la que les explicaba que “la conquista de nuestra soberanía nacional está más cerca bajo la Europa de los mil años del Reich, que bajo gobiernos democráticos”.
Salegui llegó a escribir, sin titubeos, que “los alemanes nos ofrecían el reconocimiento y unidad de un estado vasco independiente en el nuevo orden europeo y que la ocupación nazi de España era la única garantía que teníamos de derrocar al franquismo con la posibilidad de crear la nación vasca”.
Un escritor filonazi como referencia en los colegios vascos
Otro caso digno de citar es el escritor vascofrancés Jon Mirande. Considerado uno de los escritores vascos más importantes del siglo XX, figura en la actualidad en los programas escolares confeccionados por el Gobierno vasco, que además ha dado su nombre a varios premios literarios para novelas en vascuence. Todo esto se hace a pesar de los planteamientos radicalmente antidemócratas y antisemitas de este escritor, que le llevaban no sólo a rechazar el cristianismo por sus raíces judías, sino también a simpatizar con los nazis, a quienes defendió en varios escritos.
En fin, como se puede ver, el empeño del PNV por pactar hasta con el mismísimo diablo con tal de conseguir sus propósitos no es una cosa que viene de ahora y que se haya limitado en el pasado a sus ya conocidos y reiterados contactos con los terroristas de ETA.
Imagen: Boletín Electrónico de Vexilología de Cataluña. Bandera de un batallón del Ejército vasco, establecido en el cuartel Salaberri de Barakaldo en 1936. La esvástica figura en otras banderas del nacionalismo vasco de la década de 1930.
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